Recordando que hay que rebajar expectativas, todos los países que se sumaron a los objetivos de la Agenda 2030 han acordado esta semana reducir los 17 objetivos iniciales vinculados a la sostenibilidad, la erradicación de la pobreza y el acceso a la justicia a un único objetivo que consiste en seguir con vida. “Tal y como están las cosas en la Tierra en 2020, a lo máximo a lo que podemos aspirar es a que, en 2030, quede alguien”, explicaba Miroslav Lajcák, presidente de la Asamblea General de la ONU esta semana.
“Queda mucho por hacer pero estamos resueltos a seguir aquí en 2030 y que en 10 años en el planeta siga habiendo humanos que, en el futuro y una vez hayan asegurado asentamientos, comida y condiciones reproductivas, puedan empezar a trabajar por el clima, la paz y otros objetivos que ahora mismo son secundarios”, dijo Lajcák. El presidente de la ONU considera que “hay que hacer lo que sea para que quede alguien con vida en 2030”.
“No me refiero al canibalismo… o quizá sí”, añadió.
Aunque en un primer momento la ONU había propuesto trasladar los objetivos iniciales de la agenda 2030 al año 2070, finalmente se ha optado por ir “paso a paso”, dado que lo importante es sobrevivir y, en segundo término, “empezar a soñar con vivir un poco mejor y con la paz y todo eso”.
Así, la página web oficial de la Agenda 2030 ha quedado reducida a un único dossier en PDF donde se pide a la gente que se cuide y que haga lo que pueda. La ONU considera que, mientras se trabaja en “el reto asumible” de la supervivencia, también se pueden ir haciendo cosas por la sostenibilidad y proteger, por ejemplo, todas las especies (no comestibles) en peligro de extinción.
En España, las competencias de la Agenda 2030 corresponden a la Vicepresidencia Segunda, que dirige Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos y a quien se le ha pedido que modifique su programa para designar a dos o tres españoles sanos que el Gobierno y el resto de ciudadanos protegerán a toda costa.
