Admitiendo que «hay que saber perder» y que «en esta batalla hemos hecho el ridículo», los españoles han empezado a salir todos los días al balcón a aplaudir al coronavirus a las ocho de la tarde. «Felicidades, tú ganas», exclaman los ciudadanos con vergüenza pero también con deportividad.
«No ha hecho trampas. Ha hecho lo que tenía que hacer. Nosotros, en cambio…», lamentan los españoles, reconociendo que «el virus ha puesto de manifiesto la inutilidad de la política, la tendencia con la que caemos en las teorías de la conspiración y lo idiotas que somos informándonos con memes que nos manda cualquiera en Whatsapp».
La ciudadanía considera que «lo único que nos queda es perder con dignidad, con la cabeza bien alta, reconociendo la pericia del rival y quizá tomando nota para futuros desafíos».
«Ni comisiones ni informes de la OMS ni rastreos ni puñetas. Se acabó, dejemos ya de hacer el ridículo y salgamos a aplaudir lo evidente», zanjan los españoles, que están cansados «de tanta rueda de prensa, de tanta información contradictoria y, en definitiva, de tanta excusa para no querer aceptar que hemos fracasado los primeros».
