Cataluña cerrará bares y restaurantes durante al menos 15 días, se independizará de España y reducirá el aforo en los centros comerciales y en los gimnasios, a los que se tendrá que acceder con cita previa. Todo ello para contener la curva epidémica en la comunidad, que se ha disparado en las últimas semanas.
El Procicat, el órgano del Govern que gestiona la respuesta a la pandemia, ha dado hoy luz verde a este cierre aunque permitirá la entrega a domicilio y la recogida en el local en el marco de una nueva república catalana decidida a reducir las interacciones y los encuentros sociales, que es donde se produce el grueso de los contagios.
El secretario general del Departamento de Salud, Marc Ramentol, admitió que el sector de la restauración había cumplido con las medidas de seguridad, pero insistió en que es necesario que haya más distancia, tanto institucional con España como en las interacciones sociales.
El Govern se ha conjurado para bajar la curva epidémica y evitar llegar a la situación de Madrid, de la que conviene distanciarse «todo lo posible y siguiendo siempre criterios estrictamente sanitarios», reiteró Ramentol.