El magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón le atribuye a Pablo Iglesias los presuntos delitos de encubrimiento y revelación de secretos y el de ocultar el daño nuclear al gobierno soviético hasta que ya era demasiado tarde, decidiendo finalmente tapar el reactor tres con hormigón y “costando todo ello miles de vidas y desencadenando un desastre nuclear de consecuencias gravísimas”.
“Chernóbil nos demuestra cómo un sistema corrupto en manos del comunismo llevó la muerte y la destrucción por ocultación. Chernóbil no sucedió en la Comunidad de Madrid. Sucedió gobernada por ustedes», señaló la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hace unos días. Y estas son las palabras que pusieron en alerta al juez, que espera llegar hasta el final en su investigación y esclarecer si puede haber indicios de delitos en la participación de Iglesias en el conocido suceso que tuvo lugar en Ucrania en 1986, cuando el ahora vicepresidente tenía cinco años.
Pablo Iglesias cree “imposible” que el Supremo le impute por el caso Chernóbil y por ahora no tiene previsto dimitir como vicepresidente. “La cloaca siempre me acusa de hechos gravísimos pero, tanto en otros casos como en este, siempre queda archivado y descartado, y en lo de Chernóbil quedó todo esclarecido en la serie de HBO y yo, en todo caso, sería un perjudicado más”, ha dicho en una entrevista para RAC1.
Iglesias también considera que las fotografías que se han filtrado de él mismo intentando tapar la fuga del reactor con trapos son, claramente, montajes de la ultraderecha.
Aunque algunas voces críticas consideran que la acusación es una farsa que quedará archivada, muchos internautas han empezado a referirse al vicepresidente como “viceprotones” y a su residencia de Galapagar como “el reactor del Coletas”.