«¡Qué marido muerto ni qué marido muerto!». Con esta frase de Miren (Paz Padilla), proferida a gritos por el patio de luces, arranca el primer capítulo de la serie «Patria» que emitió ayer Telecinco. En él, Carmen Machi interpreta a Bittori, la esposa de una víctima de ETA que, a diferencia de lo que describe el libro, y a diferencia también de lo que se rodó para la plataforma HBO, es una mujer «parlanchina, histriónica y que quiere vengar el asesinato de su esposo perpetrando todo tipo de gamberradas en la escalera».
«Pero qué puta mierda es esta, qué han hecho» exclamaba hoy el productor ejecutivo de la serie, Aitor Gabilondo, que se ha pasado la mañana respondiendo llamadas de indignados. «Han ‘mediaseteado’ la serie, el capítulo original no tiene nada que ver», se excusa. También Fernando Aramburu, autor del libro en el que se basa la serie, ha declarado que la adaptación que ha hecho Telecinco le parece «abominable y una falta de respeto».
El «conflicto vasco» es retratado en este capítulo como una sucesión de descacharrantes malentendidos entre vecinos que derivan en barreños llenos de lejía colocados encima de las puertas, bombas lapa que estallan a traición, pieles de plátano tiradas en el suelo del descansillo y un cameo del Langui interpretando a una víctima del terrorismo «que se toma las cosas con filosofía y retranca».
Pese al desconcierto provocado entre los ejecutivos de HBO y los creadores de la serie, la versión de la cadena de Fuencarral obtuvo un impresionante 45’8% de cuota, un récord absoluto y sin precedentes.
