Los cobardicas encargados de organizar el Mobile World Congress recurren de nuevo a la cantinela del coronavirus para justificar el aplazamiento del evento, que iba a celebrarse en Barcelona entre el 1 y el 4 de marzo. Hicieron exactamente lo mismo el pasado mes de febrero, cuando se escudaron por primera vez en un supuesto virus potencialmente devastador. Viendo que ni siquiera se han molestado en buscar otro motivo distinto, el Gobierno de España se pregunta ahora si la organización «tiene lo que hay que tener» para encargarse de esta feria de telefonía.
«La excusa del virus la puedes usar una vez, pero cuando recurres a ella de nuevo el asunto ya huele. Igual es que no se ven capaces de llevar a buen puerto un congreso de esta envergadura. Que lo digan si es así, pero basta ya de culpar a Barcelona insinuando que no es segura por no sé qué historias», explica Victor José López, portavoz del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Se preguntan desde el Gobierno si lo siguiente será la gripe, o la Covid-20 o «el puto calentamiento global». Cree el Ejecutivo que «lo que no hay son ganas» y sospecha que quizá «a esta gente tampoco le gustan tanto los teléfonos».
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, señalaba esta mañana lo ridícula que resulta la excusa del coronavirus a estas alturas: «Iba a acabarse el mundo en febrero y ahora sales a la calle y están las terrazas llenas y el transporte público a pleno rendimiento. ¿Cómo sostienes ese discurso del miedo meses después? Es absurdo», ha argumentado.
