Además de los ya conocidos, como la fiebre, la tos seca o el cansancio, esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que ser madrileño también es uno de los síntomas del coronavirus. De esta manera se explica que la capital española sea en estos momentos uno de los mayores focos de la enfermedad.
Los epidemiólogos alertan de que, una vez el virus entra en el organismo de una persona, además de dolores de garganta o diarrea, el contagiado empieza a experimentar un marcado laísmo, un excesivo uso de la letra “g” en detrimento de la letra “ese” y también una considerable chulería. “Muchos pacientes se van a Valencia a pasar el fin de semana a los dos o tres días de ser infectados”, informa Tedros Adhanom, director general de la OMS.
El número de contagios en el mundo no deja de crecer y la OMS calcula que, ahora mismo, hay cerca de 20 millones de madrileños en el planeta. “Los bocadillos de calamares se están acabando y es probable que se tarde años en poder hacer más”, alertan desde la organización. «Las camisetas del Real Madrid también están bajo mínimos», añaden.
Si el número de madrileños sigue creciendo a causa del coronavirus, no se descarta que Madrid, que es una España dentro de España, pase a ser más grande que la propia España, provocando un peligroso desfase en el espacio-tiempo.
