Con mucha pereza y pocas ganas, así han emprendido esta mañana millones de españoles el camino que les ha llevado del sofá del comedor a la mesa del comedor tras el fin de sus vacaciones y con la obligación de reincorporarse al trabajo. “Ahora toca ponerse camiseta y estar sentada en una silla, se ha acabado la libertad”, explica Elena Novillo Martín, que vuelve hoy al ajetreo típico de la mesa del comedor, con un ambiente “completamente distinto” al que ha podido disfrutar estas últimas semanas sin salir de casa y sin poder viajar a ningún sitio.
“A un metro y medio de tu lugar de trabajo la vida se ve distinta, con menos prisas… Eso [el sofá] es otra mentalidad”, explica Novillo, que es ejecutiva de cuentas de la multinacional Jenkins & Co. Según explica, tanto ella como algunos compañeros suyos ya han empezado a mirar el calendario buscando la fecha del próximo puente para poder volver a hacer una escapadita al sofá, a un metro y medio de las oficinas.
Algunos trabajadores admiten, sin embargo, que este verano ha sido difícil desconectar porque han tenido que volver a las oficinas [la mesa del comedor] un par de veces al día para comer y cenar.
A última hora, fuentes cercanas al comedor han informado de que muchos empleados ya se han tomado varios descansos a lo largo de la mañana para desconectar de la pantalla del ordenador mirando la pantalla del móvil.
