Con la llegada del calor y del verano llegan también los mosquitos. Es muy habitual estar en casa y escuchar el zumbido de uno pero no verlo y después descubrir que te ha picado. Esta lucha entre el hombre y el mosquito es muy desigual porque estos insectos se cuelan en las casas, hacen su trabajo y luego se van. Por eso nuestros expertos de Idealista han decidido enseñarte dónde viven los mosquitos para poder ir a su casa a picarles y pagarles así con su misma moneda.
La mayoría de los mosquitos viven en esta casa. Tantos años robando sangre humana y vendiéndola después a instituciones como Cruz Roja o el Ministerio de Sanidad les ha procurado mucho poder adquisitivo. Los mosquitos suelen dormir durante el día, así que lo mejor es colarse por la ventana del porche a primera hora de la mañana y picarlos a todos sin que se enteren.
Muchos mosquitos también viven aquí, en pleno centro de Madrid, para evitar atascos cuando van a las casas a trabajar extrayendo sangre humana. Lo mejor es timbrar e identificarse como el repartidor de miel a domicilio. Como en ese bloque de edificios también habitan muchas moscas, te abrirán enseguida. Una vez dentro de edificio, aprovecha para picar a todos los mosquitos que puedas. Aunque la sangre es caliente, la venganza se debe servir fría.
Si tienes poco tiempo para ir picando a todos los mosquitos que han ido a por ti en los últimos años, lo mejor es que vayas a esta mansión en la que vive el mosquito rey y le piques solo a él. Hay mucha seguridad y no es fácil colarse, pero una vez dentro podrás hacerte con mucha sangre porque el mosquito rey es realmente enorme.
Esto es una colmena de abejas, pero creemos que ahí también deben de vivir algunos mosquitos porque seguramente se cuelan y pasan desapercibidos entre tanto bicho.
Si quieres ir a lo seguro, lo mejor es vigilar muy de cerca el tobillo de Amparo Manzano Trujillo. Los mosquitos siempre van a ese sitio a picar, es como si vivieran ahí. Espera por la zona y cuando se acerquen los mosquitos, abalánzate sobre ellos y recupera tu sangre y la de Amparo sin que se den cuenta.
