La Moreneta, examiga de Jordi Pujol, se ha aparecido esta semana en el juzgado central de instrucción 5 de la Audiencia Nacional para asegurar que el expresident de Cataluña le transfirió 290 millones de euros en 1990 “no para deshacerse del dinero”, sino “por gratitud y por amor”, para garantizar “su futuro y el de Cataluña”. “Porque todavía tenía la esperanza de recuperarme”, según señala en su declaración ante el juez José de la Mata, en calidad de investigada.
El juez centró su interrogatorio en buscar la razón por la que La Moreneta recibió ese dinero. “Se trataba de un regalo”, respondió. “Recibí una llamada telefónica de la Generalitat informándome de que Jordi Pujol deseaba hacerme un regalo. No me habló por teléfono de una cantidad concreta. Me dijo que quería encontrarse conmigo en Montserrat. Me explicó que quería ofrecerme un regalo como agradecimiento por haber velado por los catalanes y en concreto por su familia”, dijo. «Era consciente de que había hecho mucho por él y que había estado muy presente en los peores momentos», agregó.
La examiga de Pujol apostilló que “en ningún momento [el expresident] dijo que quisiera deshacerse de ese dinero. Ignoro si había declarado estos activos al fisco español. Había oído hablar vagamente de Andorra, pero como no vivo en ese país sino en Montserrat no conozco los detalles”.
Los pagos a la Virgen de Montserrat llegaban desde diferentes fuentes. “En ocasiones estaban vinculados y se producían como contraprestación por la influencia ejercida por la virgen ante distintas autoridades”, considera la acusación. En cualquier caso, la declaración de la virgen negra confirma que era ella la encargada de gestionar el dinero negro.
