Aunque mucha gente no se lo tomó en serio e incluso llegó a reírse y a bromear sobre la inteligencia del presidente de Estados Unidos, esta semana varios científicos han estado realizando pruebas e investigaciones y no les ha quedado otra opción que reconocer que lo del desinfectante inyectado funciona perfectamente para expulsar al coronavirus de los cuerpos infectados.
La comunidad científica está perpleja y absolutamente avergonzada por no haber pensado en esta solución antes. “A veces los genios tienen ideas brillantes y los mediocres nos reímos de ellos”, reconocen arrepentidos. “Ya sucedió con la teoría del Big Bang en su momento, también con Einstein y ahora con Trump”, lamentan. «Afortunadamente, la historia siempre nos pone en nuestro sitio», añaden.
La idea improvisada por Donald Trump en una rueda de prensa parecía descabellada, pero apenas una semana después se ha demostrado que era totalmente revolucionaria. “Tenemos que admitir que Donald Trump se adelantó a la propia ciencia y acertó de lleno”, insisten los expertos. Algo similar sucedió cuando se empezó a experimentar con las primeras vacunas: la gente se reía de la idea de meter virus en cuerpos sanos, y a día de hoy es lo más común del mundo.
La idea del presidente de Estados Unidos puede llegar a salvar cientos de miles de vidas y también aliviar una crisis económica muy grave, por lo que su nombre suena con fuerza para el próximo Nobel de Medicina. “Si le dieron el de la paz a Obama, Trump debe llevarse el de medicina de calle”, apuntan los científicos.
