A las 19:59 horas de la tarde de ayer, el equipo médico de cardiología del Hospital Clínic de Barcelona despertó a un paciente en plena operación porque iban a dar las ocho y le tocaba aplaudir al personal sanitario. El paciente, Enrique Cabañas, fue reanimado a toda prisa para que se pudiera unir al reconocimiento diario que se hace en España a los profesionales del sector.
El señor Cabañas llevaba cinco horas siendo operado a corazón abierto. “Le estábamos implantando un ‘bypass’ en la arteria coronaria y no es una operación sencilla, así que lo mínimo que podía hacer era aplaudirnos un poco”, reconoce el cirujano que lo estaba atendiendo. “La sedación era muy fuerte, así que se hizo un poco el remolón, pero al final nos acabó aplaudiendo”, añade el cardiólogo.
Al igual que millones de españoles desde sus ventanas, este enfermo del corazón también aplaudió a los médicos de todo el país desde el quirófano. “No aplauda tan fuerte que se le sale todo lo de dentro”, le tuvo que advertir el cirujano en un momento dado, cuando algunas tripas empezaron a caer por encima de la camilla. “Para tener el corazón parado, la verdad es que demostró mucha pasión”, reconoce una enfermera.
Los gestos de agradecimiento hacia los profesionales sanitarios se están produciendo en prácticamente todos los hospitales del país. Cada día a las ocho los enfermos de coronavirus desconectan sus respiradores para enchufar los altavoces con los que emiten música festiva que acompañan los aplausos.