Aprovechando que el Gobierno ha endurecido las medidas del confinamiento, Paco Aparicio, de 15 años, ha dejado de hacer la cama al considerar que no se trata de una actividad esencial. “La ley me ampara”, ha alegado ante sus padres. “Si hago esta cama estaré infringiendo la ley y poniendo en peligro a millones de españoles”, ha añadido.
Con unos argumentos tan sólidos, a sus padres nos les ha quedado otra que asumir que la cama estará deshecha al menos hasta el nueve de abril. “Valoramos el orden del hogar, pero el orden social está por encima de todo”, se confiesa el padre. El adolescente también ha dejado de bajar la tapa al orinar, quitarse los auriculares para comer y guardar la ropa en el armario.
Los progenitores lamentan que en el BOE no se haya incluido “recoger la habitación” como servicio esencial sujeto a sanciones. Millones de adolescentes ya han dejado de limpiar sus habitaciones, lo que promete complicar el confinamiento a padres y madres de todo el país. “Les echaríamos la bronca, pero el Gobierno no ha dicho nada sobre si eso se puede hacer o no”, lamentan.
Muchos niños también han dejado de bañarse porque el Gobierno tampoco se ha pronunciado sobre la ducha.
