Recordando de golpe que le quedan muchísimos días de confinamiento, el Rey de España, Felipe VI, ha comprendido que quizá fue un error de cálculo importante rechazar la herencia de su padre, Juan Carlos I, y defenestrarlo oficialmente justo el primer día de una cuarentena que puede durar varias semanas. “Oh, mierda. Joder, qué incómodo”, ha dicho Felipe VI según fuentes cercanas esta mañana al darse cuenta de que está toda la familia encerrada en el mismo palacio.
“Mierda, debería haberlo repudiado más tarde, cuando ya no tuviera al viejo por aquí”, ha reconocido el monarca, que ahora se cruza con su padre por los pasillos y coincide con él en las comidas. Según las fuentes, a Felipe VI le está costando mucho no hablar sobre el tema de la herencia de su padre y la retirada de la asignación mensual de este.
“La he cagado a lo grande, ¿qué costaba esperar un poco?”, se ha oído decir a Su Majestad, que considera también que la cuarentena va a hacerse “un poco larga” y “un poco tensa”.
Felipe VI también ha pedido a sus hijas que jueguen con “el abuelo” y no tengan miedo de toserle encima “porque el abuelo lo aguanta todo, ya veréis”.
Las mismas fuentes han informado de que Juan Carlos I también considera un error de cálculo imperdonable haber elegido pasar el confinamiento en el palacio de La Zarzuela y no en cualquiera de sus otras residencias con cualquiera de sus otras familias.