La prensa ha podido saber que, en un domicilio del centro de Madrid, el dueño de un perro lleva horas arañando la puerta para convencer al animal para salir a dar un paseo. Cada vez que el perro se acerca a la correa con la que suele ser paseado, su dueño se pone nervioso y comienza a dar vueltas en círculo con la esperanza de abandonar el confinamiento al que está siendo sometido.
Aunque la insistencia del dueño es notable, hecho que se demuestra en el profundo desgaste que está sufriendo la puerta desde el pasado viernes, de momento el perro parece estar demasiado ocupado royendo una pelota de tenis, por lo que no parece dispuesto a querer salir a la calle al menos por ahora. Al dueño le cuesta entender por qué su mascota no quiere salir a pasear con lo divertido que es eso y lo aburrido que es estar en casa.
Según fuentes cercanas a este domicilio, el perro mira cómo su dueño araña la puerta pero no acaba de entender qué es lo que quiere. “¿Quieres comer? ¿Es eso? ¿Tienes hambre?”, parece preguntarse el can mientras mira cómo su dueño llega incluso a morder el pomo de la puerta. “Tranquilo, no te pongas nervioso, en un rato salimos, no hay prisa”, ha dicho el animal con un retintín bastante vengativo.
Esta situación se repite en muchos domicilios de España estos días, por lo que la mayoría de los dueños de los perros han optado por forzarlos a beber agua constantemente para que tengan ganas de orinar y así poder romper el confinamiento y salir con ellos a la calle.
