Totalmente envuelto de sangre y entre gran cantidad de gritos. Así ha nacido el jodido hijo de Quentin Tarantino tras cinco putas horas de maldito parto en esa mierda de ciudad que es Tel Aviv, en Israel. El bebé ha salido del coño de la zorra de Quentin a las cuatro y media de la madrugada y ha pesado un cuarto de libra, “Royal con queso” según el sistema métrico de Estados Unidos.
Tanto Quentin como su zorra han necesitado gran cantidad de drogas para sobrellevar la situación. El momento más desagradable se vivió cuando el médico le dio una palmada en el culo al niño y Tarantino se vio obligado a volarle la jodida tapa de los sesos. “¿Has pegado a mi maldito bebé? Nadie le pone la maldita mano encima a mi jodido bebé”, le habría dicho el aclamado director al médico según fuentes del hospital.
Aunque apenas tiene horas de vida, el crío ya ha proferido su primera palabrota. “Ha dicho ‘motherfucker’”, ha declarado el director visiblemente emocionado. Nada más nacer su hijo, Tarantino se apresuró a comprobar si estaba entero. “Diez dedos en los pies y diez dedos y dos pistolas en la mano, está perfectamente”, dijo tranquilizando a su zorra mientras se bajaba unos calmantes utilizando una botella de whisky.
Los familiares de la pareja han acudido al hospital de incógnito para no llamar la atención de la prensa. Tanto el Sr. Blanco como el Sr. Naranja, el Sr. Rosa, el Sr. Rubio el Sr. Azul y el Sr. Marrón han coincidido al decir que el bebé es claramente hijo de Tarantino porque “cada vez que mama del pecho de su madre le deja un billete de 50 dólares en el canalillo”.
