Después de pasar tres días a solas en el bosque, con hambre y con frío, Alberto Garzón, ministro de Consumo, se ha preguntado si sus compañeros de Gobierno son conscientes de que se marcharon sin él de la casa rural en la que iban a pasar el fin de semana y si volverán a buscarle algún día, según han informado fuentes cercanas a la cabaña abandonada del bosque en el que se encuentra.
El equipo de Pedro Sánchez, que pasó dos días en una finca toledana y regresó el domingo a Madrid, dejó a Garzón en una casa rural diferente el sábado por la mañana. “Me dejaron aquí con el coche oficial y me dijeron que volverían en un rato, deben de estar al caer”, explica el político por teléfono aprovechando, según dice, sus últimos minutos con batería. Garzón dice no entender por qué la casa rural escogida por Sánchez “es tan pequeña, huele a orines y tiene un tejón muerto en un rincón” pero entiende que “es parte del encanto de la experiencia”.
El político cree que Pedro Sánchez escogió una casa rural tan aislada y con pocos recursos para que todo el Ejecutivo afianzara lazos “durmiendo en el suelo apretados”, aunque no sabe por qué todavía no ha llegado nadie y le parece extraño, pues ha pasado ya tres noches a solas.
“He llamado a Iglesias pero no me lo coge, quizá porque ya está llegando y se encuentra en una zona montañosa sin cobertura”, dice Garzón.
A última hora, al titular de Consumo le ha parecido oír a unos lobos aullando por los alrededores pero se muestra confiado en que nunca atacarían a un animalista convencido como él.
