Completamente ajeno a las devastadoras consecuencias que podrían acarrear sus actos, un ciudadano chino ha consumido una sopa de pangolín que en pocas semanas podría provocar una pandemia de escala global que acabaría con el mundo tal y como lo conocemos. Esto se debe a que el mamífero -que en los mercados húmedos de China se vende como una exquisitez gastronómica- es portador de un virus que provoca una neumonía que puede ser muy peligrosa en humanos.
En la ciudad china de Wuhan ya se han empezado a reportar algunos casos de esta enfermedad que, tememos, pueda ser extremadamente contagiosa. Muy posiblemente esto obligue a cerrar dicha ciudad -de la que vamos a oír hablar muchísimo en los próximos meses- y la cancelación de vuelos internacionales.
Este virus no solo pone en peligro la celebración en Barcelona del Mobile World Congress (sería absurdo debatir siquiera la conveniencia de su anulación) sino que para evitar su propagación conviene encerrar cuanto antes a toda la población mundial en sus domicilios.
Es momento de actuar y consideramos que las siguientes medidas son inevitables:
- Conviene confinar a la población cuanto antes y limitar su movilidad. Para que esto sea legalmente posible, será necesario activar el Estado de Alarma previsto en la Constitución.
- Es necesario desarrollar tests de diagnóstico cuanto antes.
- Posiblemente, el virus se transmita por el aire, lo que obligará a adquirir y usar millones y millones de mascarillas que es preciso fabricar en grandes cantidades desde ya mismo.
- Si todo falla, conviene desarrollar vacunas (entendemos que los desarrollos que se han hecho en las vacunas de ARN pueden ser claves aquí y aconsejamos a la comunidad científica que opte por esta novedosa vía). Aún así, y siendo muy optimistas, dichas vacunas tardarían 11 meses en ser desarrolladas.
- Hay que cancelar desde ya, y con mensajes claros apoyados desde los medios, la Navidad del año que viene.
- Esta posible pandemia pondrá en jaque a toda la comunidad médica, que necesitará todo el apoyo económico posible. Y también todo el apoyo moral, por lo que proponemos aplaudir cada noche a las 20 horas, al menos durante dos meses.
- No es descabellado pensar que Isabel Díaz Ayuso aproveche una situación excepcional para desafiar al Gobierno sistemáticamente, incluso poniendo en riesgo a la población de Madrid, a fin de ganar apoyos en el Partido Popular.
Estas medidas pueden sonar descabelladas ahora mismo, pero esos primeros casos de neumonía evidencian que no se puede pasar por alto lo extremadamente importante del asunto. Aún así, este medio considera que hay tiempo de sobra para evitar de forma sencilla esta hecatombe. Estamos seguros de que estas palabras no caerán en saco roto y de que la OMS y todos los gobiernos mundiales actuarán en consecuencia, dado que lo contrario sería una temeridad propia de idiotas que daría como resultado al menos tres olas de contagios, de abril de 2020 a febrero de 2021.
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