Tras el encendido de las luces navideñas ha arrancado la campaña de Navidad de este año y poco a poco empieza a verse en la calle, en las tiendas de barrio y en los grandes almacenes, a personas robando regalos para sus familiares y seres queridos. “Yo ya sé qué voy a regalar desde hace meses, me hago listas y luego voy a cada tienda para robar lo que he pensado, pero al final acabas improvisando y pillando lo que puedes”, explica una madre que ya ha robado para sus hijos una muñeca, un bote de colonia y dos sobres de salmón ahumado.
“Yo voy a regalar material de oficina que he cogido del trabajo. Cada año regalo lo mismo y ya es tradición en mi familia”, explica Esther, una ejecutiva de cuentas de 34 años.
“Ya robé los regalos de Navidad en agosto, lo tengo todo hecho”, dice entre risas otro ciudadano que prefiere no dejar los hurtos navideños para última hora porque luego “todo son nervios”. Aunque admite que es más fácil robar chollos cuando las tiendas están más llenas y son más difíciles de vigilar.
Los regalos más codiciados para estas navidades son videoconsolas, perfumes, joyas, tenedores de plata, cajas de langostinos y móviles. “Yo ya sé qué voy a robar para mis padres y para mi hermano, pero todavía no tengo ni idea de qué robar para mi novia, que es la más complicada”, dice una joven de 23 años. Lamenta que hoy en día “la gente ya tiene de todo porque cuando quiere algo lo roba y ya está, se ha perdido la ilusión de antaño”.
Cada vez más españoles, en especial los padres de familia, optan por regalar a sus familiares dinero y tarjetas de crédito robadas para no tener que pensar.
