El juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Guipúzcoa ha concedido el tercer grado al cocinero Karlos Arguiñano, que cumple condena por haber contado un chiste sobre violaciones el mes pasado en una intervención telefónica en el programa “El Hormiguero”.
La magistrada ha decidido concederle este beneficio, que le permitirá salir durante el día de la cárcel y regresar solo por las noches a pernoctar, porque entre otras cosas el chef ha desarrollado una «conducta muy positiva» en prisión, cocinando para el resto de reclusos además de haber «reconocido y asumido plenamente su responsabilidad en el delito cometido y el daño causado».
En un auto fechado el pasado martes, la jueza apunta que, a pesar de la «indudable gravedad del delito cometido y la trascendencia social de tal tipo de infracciones», concurren una serie de factores que permiten la clasificación del interno en el tercer grado penitenciario. “Rico, rico, rico”, habría expresado el convicto, satisfecho tras la decisión.
Se espera que el cocinero pueda salir de la cárcel definitivamente en 2029, aunque seguirá inhabilitado treinta años más, durante los cuales no podrá contar chistes ni acercarse a una mujer a menos de 500 metros.