Sin recordar nada de lo que hizo anoche, Pablo Casado se ha despertado esta mañana y se ha dado cuenta de que se pasó toda la tarde y la noche de ayer enviando mensajes como loco a todos los españoles, entre ellos su ex. “Oh, no, no, no, no, joder. Mierda”, ha dicho esta mañana tras mirar el móvil completamente horrorizado y con muchísimo dolor de cabeza.
“La fiesta de fin de campaña se desmadró, joder. ¿Qué hiciste Pablo, qué coño hiciste? Madre mía, la que te espera”, se ha dicho a sí mismo al ver que, entre los destinatarios de sus SMS, estaba Beatriz, su expareja, que ha contestado con un “Hey, cuánto tiempo”.
“Qué patético, joder, Pablo. Arrastrándote para pedir una oportunidad por SMS, madre mía”, se ha dicho a sí mismo.
Beatriz Romero, expareja de Casado, todavía no ha dicho nada más y, según ha podido saber la prensa, aparece conectada y con el estado “escribiendo” desde hace tres horas.
Fuentes del Partido Popular han informado de que el candidato se pasará todo el día en su casa tomando paracetamol y disculpándose con los millones de ciudadanos a los que acosó anoche, a los que enviará el mensaje de texto “Jeje, oye, me confundí de número, perdonaaaa, jajaja, espero que vaya todo bien, un abrazo”, confiando en que no quede demasiado raro.
