Aunque se hizo un esfuerzo por guardar todo y dejarlo exactamente como se había encontrado en el Valle de los Caídos, el Gobierno comprobó ayer por la tarde que le sobraban varias piezas al acabar de montar nuevamente el cuerpo de Francisco Franco en El Pardo. «Juraríamos que lo habíamos puesto todo exactamente de la misma manera», ha declarado hoy Isabel Celaá, portavoz del Gobierno en funciones.
Al Ejecutivo le han sobrado varios huesos y articulaciones, que no sabe dónde se encontraban antes de desmontar los restos. «Lo extraño es que el cuerpo de Franco está perfectamente montado, no parece que le falte nada», explican los operarios con cierta preocupación. «No sé, si vemos que en unos años, cuando lo volvamos a trasladar a otro sitio, parece que se le cae algo, trataremos de usar estas piezas, pero de momento lo dejamos así», concluyen.
De momento, las piezas sobrantes las guardarán en una bolsita por si en un futuro pudieran usarse de recambio. Los huecos que han quedado en el cuerpo los han cubierto con piezas de una estantería Kallax de Ikea y el resultado es “bastante aceptable”, insisten fuentes del Gobierno. “Tampoco nos atrevemos a asegurar que esas piezas no estuvieran ahí cuando se le enterró”, matizan.
Desde Moncloa sospechan que el cuerpo de Franco podría haber sido montado con piezas de diferentes dictadores. Por eso ahora se encuentran con que les sobran tantas cosas.
