Treinta y tres años después de la terrible catástrofe nuclear de Chernobyl, la miniserie producida por HBO sobre el tema se ha convertido en todo un fenómeno de masas. Desde la emisión del primer episodio, miles de fans viajan cada día a Murcia para conocer de primera mano el lugar en el que se rodó esta primera temporada.
Ataviados con sofisticados trajes de protección y cubriéndose la cara con máscaras, los seguidores de la serie recorren Murcia para visitar los rincones en los que se grabaron sus escenas favoritas. “Aunque la atmósfera de la serie está muy bien lograda, cuando llegas aquí te das cuenta de que es mucho más terrible”, se sincera un joven alemán trasladado a la región española.
“Impresiona ver los estragos que ha provocado la radiación en la población autóctona”, relata una pareja venida de Estados Unidos. “Este lugar todavía te hiela la sangre”, añaden con el vello completamente de punta.
Aunque inicialmente HBO había decidido rodar la serie directamente en Chernobyl, debido a la desinfección que se ha llevado a cabo en los últimos años, finalmente hubo que recurrir a Murcia para darle más realismo.