Con muchos nervios y tras años de escolarización estudiando cómo se fornica con animales, miles de estudiantes de las comunidades con gobiernos progresistas han empezado esta mañana las pruebas de acceso a la universidad examinándose de las asignaturas Doctrina de ideología de género y Zoofilia II. “La práctica la llevo bien, pero la teórica mal, la verdad”, dice José, un alumno de Madrid que se ha presentado al examen con los pantalones bajados y el pene introducido en el ano de una gallina para demostrar que está preparado.
“Nos han estado metiendo todas estas guarrerías desde Primaria y al fin llega el momento de demostrar que todo eso ha dado su fruto y que soy una completa degenerada y que estoy preparada para las guarradas que vayan a enseñarme en la universidad”, declara una alumna asturiana. “Qué bien que no nos examinemos de literatura o matemáticas sino de cómo organizar orgías, asesinar a los hombres e imponer una tiranía basada en el comunismo y el feminismo, porque es mucho más fácil”, agrega.
“Llevo muy mal Introducción al yihadismo”, admite nervioso Raul, que lamenta que la Selectividad pueda irle mal. Se siente culpable por desperdiciar “todo el dinero público que han invertido en que yo aprenda el Islam”. Pese a todo, confía en poder acceder a la universidad porque sería una pena “no aprovechar que es gratis y nos la pagan los impuestos de los ricos”.
Los alumnos catalanes no harán las pruebas hasta la segunda semana de junio, momento en el que tendrán que demostrar que han sido convenientemente adoctrinados en un único examen sobre la programación de TV3.
