En un esfuerzo por hacer creer a todos los fans que no se ha cometido ningún tipo de error, los creadores de Juego de Tronos han emitido un comunicado esta mañana para aclarar que el vaso de café que aparece junto a Daenerys en el último capítulo no se ha colado sino que la Madre de Dragones se lo está bebiendo con total normalidad “tal y como constaba en el guión”. “En el universo ficticio de ‘Juego de Tronos’ hay Starbucks y los ha habido siempre, pero hasta ahora no se había mostrado ninguno”, ha declarado David Benioff, el productor ejecutivo de la serie.
«¡Es un Stark-bucks de la casa Stark! ¿Me oís? No es un error en absoluto”, insiste un encolerizado Benioff.
“Poniente está repleto de cafeterías, ¿entendido? Y en Invernalia resulta que hay una sucursal de Starbucks que ha resistido al ataque de los caminantes blancos”, ha dicho Benioff. Según él, el hecho de que sea precisamente Daenerys “la que no arde” la que sujeta un vaso de café de Starbucks, generalmente servido a una temperatura intolerable para un humano normal, es un motivo que debería acabar de convencer a los seguidores de que “efectivamente no es un error”.
Además, según HBO, en los nuevos libros de George R. R. Martin aparecen detalladas descripciones de los “frappuccinos de hielo y fuego”.
Pese a las explicaciones, son muchos los seguidores que creen que la presencia del vaso es un gazapo porque Daenerys necesitaría uno de tres metros para que se pudiera apuntar en él su nombre completo.
Al cierre de la edición, los creadores se están apresurando a reescribir y grabar de nuevo el final para mostrar que la gran amenaza de Poniente son la proliferación de franquicias y la gentrificación.
