Tras el nefasto resultado obtenido por el Partido Popular en las Elecciones Generales, el todavía líder de la formación, Pablo Casado, ha llamado esta mañana a la cúpula de la banda terrorista ETA para felicitarla por los excelentes resultados que ha cosechado. Casado asume así que, ahora, «España está en manos de quienes pretenden destruirla, golpistas, terroristas y traidores, pues los españoles así lo han querido».
El político popular considera «más que demostrado» que ha sabido encajar el golpe con valentía y saber estar, y reconoce que la llamada no ha sido fácil «pero la decisión de los ciudadanos de entregar el país a los delincuentes debe ser respetada». Sobre los futuros pactos a los que llegue Pedro Sánchez, ha asegurado que «la incertidumbre es poca, solo falta que se concrete con qué aliados pretende hundir la economía de este país y permitir que los xenófobos antidemócratas cumplan con el mandato de la gente destruyéndolo todo».
«Ahora, se abre un escenario de eutanasia, aborto indiscriminado, invasión de criminales extranjeros, pobreza y desmantelamiento del Estado del bienestar, una aventura por la que el conjunto de los españoles ha decidido apostar y en la que admito no sentirme cómodo, aunque por otro lado debo concederles que la idea de legalizar la eutanasia nos vendrá bien cuando estemos cercados por la hambruna y el caos. O la eutanasia o dejar que una bomba lapa nos haga saltar por los aires», ha declarado el líder del PP.
Sobre el escenario que debe afrontar ahora la derecha, Casado insiste en que «da igual porque los españoles han sido claros», así que ni se plantea dimitir «pero no para seguir al frente de este partido como hasta ahora, sino porque debería darnos igual a todos los demócratas, pues el final se acerca y toca esperar con dignidad y aplomo a que la desnutrición o el tiro en la nuca nos brinden el eterno descanso».
Tras las declaraciones de Casado, el expresidente José María Aznar ha roto su silencio simplemente para sentenciar que «los españoles son unos hijos de puta y no lo digo yo, lo dicen las urnas».
