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“¿Hay algo más feminista que una mujer ayudando a ser madre a otra mujer, altruistamente y con garantías?” “¿Hay algo más bonito a ayudar a otra persona a ser padre o crear una familia?”. Con estas palabras defiende el líder de Ciudadanos los vientres de alquiler, y habla con conocimiento de causa, pues Albert Rivera lleva años dedicándose a alquilar vientres para crear familias cuyo valor en el mercado ha aumentado de media más de un 40% desde los años ochenta. Aunque tiene más en proceso de gestación «porque en este mercado hay que estar continuamente en movimiento», estas son las cinco familias creadas por Rivera y valoradas, en su totalidad, en más de 800.000 euros.

Los González

Son de origen venezolano. Rivera alquiló el vientre original en 1999 pero en realidad ya lo tenía alquilado su padre, que se lo cedió aunque, por temas legales, no pudieron traerlo a España. La familia ha engendrado tres preciosos retoños pero Rivera confía en que vendrán más «porque son de criar mucho, son vientres de altísima productividad». El vínculo con ellos es tan profundo que ayudan a su arrendador en las tareas del hogar, solidariamente.

Los Sanchís

Proceden de un vientre que el político alquiló solidariamente en Zaragoza «por cuatro duros, realmente, porque entonces no estaba de moda lo de los vientres de alquiler». Reconoce Rivera que apenas mantiene el contacto con ellos, pero siempre intentan quedar cuando pasa por Zaragoza. Admite que hubiera podido alquilar un vientre más céntrico, pero en aquel momento «no lo pensé mucho, pero no me arrepiento porque son muy majos».

Los Lozano

Sin duda, el vientre de alquiler que el político usó para crear la familia que más se ha revalorizado en los últimos años solidariamente hablando. «Alquilé el vientre cuando vivían en el barrio madrileño de Prosperidad, pero luego las cosas les fueron bien, criaron y se mudaron al barrio de Salamanca, así que imagínate, el valor de la familia se disparó», cuenta Rivera. «Si alquilara solidariamente a terceros el vientre de Rosa, que ya tiene los dieciocho, podría ponerlo al precio que quisiera», admite.

El vientre de alquiler en Torrevieja

Un día, Albert Rivera recibió una llamada de teléfono en la que le informaban de que le había tocado un vientre de alquiler en Torrevieja. Desde entonces, lo usa para engendrar turistas «y potenciar la zona con un turismo familiar». Asegura que es «un chollo en primera línea de mar».

El vientre de Arcadi Espada

«A ver, esto fue una broma, una boutade», cuenta entre risas Rivera. «Me dijo Arcadi: ‘Oye maricón, por qué solo alquilas vientres de tías’. Y le respondí: ‘Pues te vas a cagar, nano, cuánto pides al mes por el barrigote ese que tienes, que lo escondes siempre en las fotos'». El periodista se lo dejó en 300 euros y, aunque «no es productivo ni aporta valor al patrimonio», sí da prestigio y además «tengo potestad para acariciárselo siempre que nos vemos y tocarle un poco los huevos». Ahora, Espada pretende aumentarle el alquiler contemplando la subida del IPC «porque le jode habérmelo dejado tan barato y más ahora que tengo pasta».