El Ministerio del Interior, bajo la dirección de Fernando Grande-Marlaska, ha aprobado en cuatro meses una docena de traslados para presos de ETA y dos para miembros del GRAPO. Aun así el Gobierno ha asegurado que le parece insuficiente y, pese a las críticas de la oposición, insiste en que seguirá acercándolos “hasta que se den con la frente”.
“La idea es acercarlos tanto que quepan todos en la misma celda”, ha especificado el ministro del Interior. “Incluso podríamos meterlos a todos en la misma cama”, ha añadido después. “Estarán tan cerca que acabarán fundiéndose en un mismo ser”, ha continuado. El Gobierno considera que acercar a los presos ayudará a cerrar espacios en mediocampo cuando jueguen al fútbol en el patio de la cárcel, ayudándolos a mejorar sus resultados.
El Partido Popular y Ciudadanos han criticado duramente los acercamientos de los presos. “Si bailas cachete con cachete, pechito con pechito y ombligo con ombligo, así me animo a bailar contigo”, les ha respondido Pedro Sánchez con firmeza. “Y, si nos gusta, juntos todos lo seguimos, cachete con cachete, pechito con pechito”, ha reiterado el jefe del Ejecutivo.
Más tarde, el presidente del Gobierno ha declarado que, una vez que todos los presos hayan sido acercados, todos se volverán a separar lentamente haciendo el ‘moonwalk’, completando así la coreografía más compleja de la historia de la democracia española.
