5. Jordi Alba
Su único defecto como jugador es su enfermiza obsesión con José Mota. No solo imita los personajes y repite las muletillas sino que en momentos clave es capaz de ponerse a correr en cuclillas y zigzageando emulando al cómico español.
Mejor movimiento: es capaz de desprenderse de las piernas y dejarlas temblando sobre el césped si se siente amenazado.