Abelardo Carbajosa y Rosenda Arévalo, una pareja de octogenarios de Plasencia, han decidido explicarle a su hijo cómo no se hacen los niños después del nacimiento de su quinto nieto.
“Estas cosas siempre dan cierto apuro”, explica Abelardo. “Pero esto es insostenible”, añade. Los abuelos han citado mañana a su hijo José Joaquín con una estrategia clara. Le explicarán que, a veces, la cigüeña que viene de París se pone un chubasquero.
Si José Joaquín no entiende lo que le dicen, pasarán al plan B: las abejas y el polen. “A veces las abejas no tienen puntería”, explica Rosenda. “Hay otros sitios donde pueden dejar el polen: en las hojas, en el tallo, en la espalda…”, razona.
Los ancianos reconocen que ya tuvieron una conversación similar después del nacimiento del cuarto nieto, con nulos resultados. “Le cantamos la adaptación de una popular canción”, dice Rosenda. Y, acto seguido, canta “Una vieja y un viejo van pa Albacete, y a mitad del camino, va y le da un beso, se cogen de la mano y contemplan el paisaje”. Meses después nacía su nieta Rosa.
En caso de que esta charla no tenga efecto, Abelardo no descarta una última opción: “Decirle que la abeja, que es él, se pone un condón en la polla”, explica.
