Hacía mucho tiempo que un accesorio no triunfaba tanto entre los jóvenes como lo ha hecho la mochila de Glovo. Este complemento de moda ya es el más utilizado por los millennials gracias a su capacidad para mantener caliente la comida en su interior y por lo fácil que se puede adaptar a la moto o a la bicicleta.
Debido a su llamativo color amarillo y a sus divertidas letras verdes, esta mochila ya forma parte del día a día de la gran mayoría de los jóvenes españoles. “La empecé a llevar porque vi que todo el mundo la llevaba, y la verdad es que me ha cambiado la vida”, se sincera Freddy Vargas, de 25 años. “Jamás voy a la casa de alguien sin ella a la espalda”, reconoce. “A veces gusta tanto que hasta me dan una propina”, celebra.
“Es difícil que alguien nacido después de 1985 salga sin su vehículo de dos ruedas, su mochila de Glovo y un móvil en el que le puedan firmar”, asegura Julieta Hidalgo, experta en moda y complementos. Es tal la fiebre que desata este accesorio que muchos jóvenes ya sólo se relacionan con los que llevan la mochila. “Es más cómodo tratar con ellos porque, como tienen localizador, sabes exactamente dónde se encuentran y cuánto tardarán en llegar a los sitios”, explica Miguel Fernández, un admirador de la mochila que, al tener un contrato fijo, todavía no se ha animado a comprarla.
La empresa Glovo, que hasta ahora regalaba las mochilas a sus trabajadores, está pensando en cobrárselas «o que al menos sustituyan al sueldo, ya que tanto les gustan».