Audiencias: Bankia patrocina “Tu casa es la mía”

Accidentado programa el presentado por Jorge Fernández esta semana. Tras meses amenazando a la Generalitat con enviar al público del programa a Cataluña si no cesaban los desafíos independentistas, el Gobierno finalmente se presentó en el plató donde se graba el concurso y comenzó a organizar el traslado del público a Barcelona. Los integrantes del público no dejaron de gritar y aplaudir durante todo el trayecto. Muchos catalanes ya han dejado de ser independentistas por miedo a esa turba enfervorizada.

Televisión Española sigue buscando maneras con las que sacar jugo a este ‘talent show’. Tras el fracaso de ‘Masterchef Stagiers’, en el que Jordi Cruz se dedicaba a golpear a becarios en la cara utilizando una cola de merluza, la cadena pública ha apostado por meter una docena de perros en la cocina y esperar que pase algo gracioso que enganche al público. De momento un perro ha defecado al lado de la nevera y dos han estado copulando al calor de un horno.

Bertín Osborne se reinventa una vez más con este arriesgado formato en el que el presentador acude a casas de personas que han dejado de pagar su hipoteca para echarlos a la calle. Después el ‘showman’ intenta entender el complejo funcionamiento de las cocinas de las casas desahuciadas y de paso evitar que se queden vacías y se meta dentro cualquier indeseable.

En esta necesaria pieza de producción nacional, Radio Televisión Española hace que el espectador se pregunte si la Armada Invencible habría podido conquistar Inglaterra en caso de haber contado en sus filas con el crucero de Piolín.

Siempre desde el rigor y la más absoluta objetividad, incluso pecando en algún momento de ser demasiado de izquierdas, La Sexta emitió durante toda la semana impactantes imágenes de fuego, explosiones y destrucción en lo que fue un retrato muy fiel de lo que se está viviendo en Cataluña ahora mismo.

Cuatro apostó por un programa en el que Cataluña y España se veían por última vez. Cataluña reconocía que no tendría una segunda cita con España porque no ha sentido ese ‘feeling’ que necesita, pero que le gustaría quedar como amigos. Por su parte España tampoco quiso tener una segunda cita con Cataluña, alegando que no dialoga con delincuentes.