Siguiendo su ritual de campaña, el candidato del PSOE a la presidencia, Pedro Sánchez, ha empezado esta semana a mezclarse entre los españoles frotando su cara contra sus cuerpos con el fin de marcarlos con feromonas.
«Este acercamiento cariñoso es para el candidato una forma de marcar a los ciudadanos con su olor, lo cual le aporta tranquilidad y le permite reconocer a sus votantes a través del sistema olfativo», explica uno de los asesores del político.
Sánchez ha sido visto hoy restregándose por todo el centro de Madrid y, según algunos testigos, ponía los ojos en blanco de puro placer al reconocer el olor del socialismo en los principales feudos del Partido Popular, especialmente cuando ha recorrido toda la calle Génova haciendo eses entre las piernas de los viandantes.
«Se ponen todos muy pesados en esta época y cuando las encuestas no son favorables aún más», declara uno de los ciudadanos que ha sido asaltado por Pedro Sánchez. «Tienes que dejar que se restrieguen un poquito y luego se tranquilizan y se van. Les votes o no, ellos tienen que reconocer su olor en el entorno, percibir que están rodeados de votantes suyos», añade.
Al cierre de la edición, el socialista se encontraba en la cola de una pescadería del Mercado de Mostenses haciendo monerías a los compradores. «Yo les hago carantoñas a todos por igual, pero a Pablo Iglesias más porque es nuevo y me hace gracia cómo mueve la coleta para que te fijes en él», declaraba una de las clientas mientras acariciaba el pelo de Pedro Sánchez susurrándole «socialismo, socialismo» para que se relajara.
