Tras las elecciones catalanas, en las que CiU ha perdido 12 de los 62 escaños que logró en 2010, el presidente Artur Mas ha felicitado a la ciudadanía «por su sentido común a la hora de rechazar apuestas independentistas que hubieran arrojado Cataluña a una deriva llena de dudas e incertidumbres».
Frente al pasmo de los medios de comunicación, que han recordado a Mas su apuesta soberanista, el president, muy molesto, ha aclarado que «lo del referendum es un bulo difundido en Internet, yo nunca he defendido un proceso independentista». A este respecto, el líder de Convergència ha lamentado que estos últimos comicios «se hayan teñido de falsos rumores, exageraciones e informaciones sesgadas».
«No hay que creer todo lo que dicen en Internet»
El presidente de la Generalitat ha recordado «titulares de periódicos de Madrid que, tomando como base bromas pesadas de Twitter, intentaban deslegitimar mi programa de gobierno, acercándolo a posturas radicales que mi partido nunca ha defendido». Mas se ha mostrado satisfecho al comprobar que «la gente no hace caso de las tonterías que se dicen en Internet o en los medios extremistas» y ha insistido en que «Convergència i Unió es una formación que aglutina a la gran mayoría de catalanes que defiende una Cataluña integradora, dialogante y con voluntad de negociación». También ha animado a la segunda fuerza política, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), a «hacer piña para reforzar el proyecto del pacto fiscal».
No descarta demandar a los «tuiteros»
Artur Mas atribuye la pérdida de los 12 escaños a «la difamación continua que he sufrido durante la campaña y la precampaña, sobre todo en Twitter», y cree que estas «gamberradas» han confundido a gran parte del electorado más joven. «Se dijo que había habido un golpe de estado en Portugal, se dijo que el rey había fallecido y se dijo que yo me había vuelto independentista. Ya es hora de que la ley empiece a actuar contra estos ‘tuiteros’ que difunden bulos impunemente y perjudican la libertad de información de los ciudadanos».
