Ryanair se pone seria en el conflicto que mantiene con sus pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) y les exige ahora el pago de un suplemento de 300 euros por reivindicar sus derechos laborales. La aerolínea irlandesa afirma que las huelgas «no están incluidas en el acuerdo estándar». De hecho, la compañía lleva años cobrando a los empleados que quieren entrar en el avión antes que los pasajeros, sin esperas. La huelga es «otro servicio adicional» que no viene incluido por defecto, según defiende la empresa.
«Si estas huelgas innecesarias continúan dañando la confianza de los clientes, los precios y la rentabilidad en determinados mercados nacionales, tendremos que revisar las tarifas, lógicamente, porque los paros tienen un coste», argumenta la aerolínea.
Pilotos y tripulación lamentan que, cada vez que se sientan a negociar con Ryanair, «lo de sentarse sea una metáfora, porque nosotros tenemos que estar de pie a no ser que paguemos un plus por poder ocupar un asiento». Se quejan además de que «los encuentros se realicen siempre dentro de un avión operando una ruta comercial». Ryanair insiste en que «no tenemos tiempo para pararnos a negociar, hay vuelos que atender».
Michael O’Leary, consejero delegado de la aerolínea, ha precisado esta mañana que «para hablar conmigo directamente en pasillo hay que abonar 600 euros más impuestos, si es en ventana son 690». Por este motivo, ha sido imposible preguntar por la polémica al máximo responsable de la empresa.