Màxim Huerta, que acaba de dimitir como ministro de Cultura tras siete días en el puesto, se incorporará mañana como asesor en la compañía Gas Natural, con la que ha firmado un contrato de cuatro horas de duración. «Debuto el viernes por la tarde y a las ocho estoy fuera», confirmaba el exministro esta mañana.
Huerta tiene derecho a una compensación económica por parte del Estado de 1.183 euros brutos (menos retenciones) por la semana justa que ha estado al frente de Cultura, lo que arroja un sueldo como asesor en la compañía energética de 10.183 euros por cuatro horas de asesoramiento. Éste consistirá básicamente en «recomendar al Consejo de Administración algunas lecturas entretenidas para este verano».
Es posible que el escritor y presentador tenga la oportunidad de trabajar codo con codo con Felipe González, miembro del Consejo de Administración de Gas Natural. «Si coincidimos, mejor que no le dé por comparar su puerta giratoria con la mía, porque la mía es de risa». Aunque cree que por una tarde de trabajo el sueldo «no está nada mal», Huerta ya ha tenido que aguantar las chanzas de otros expolíticos, que lo han felicitado con sarcasmo por su «puertita giratoria del Imaginarium».
El exministro no descarta ofrecer charlas TED de vez en cuando, «ya que para conferencias de una hora en universidades tampoco me da». Si no, espera conseguir al menos «un podcast quincenal para el grupo Prisa».