Según el último barómetro del CIS, las reuniones de vecinos se sitúan en lo más alto del ranking de preocupaciones de los españoles, desbancando a la corrupción, el terrorismo y los pelirrojos. Cada vez más ciudadanos confiesan sentir pavor cuando ven el tan temido cartel escrito en Comic Sans citando a los vecinos a tratar temas tan importantes como cambiar los buzones. Por ello, proponemos una serie de excusas creativas para evitar estas reuniones o para que directamente no te inviten.
Di al presidente de la escalera que irás de viaje para internacionalizar el conflicto de los buzones frente a la Unión Europea.
Pon tu piso en Airbnb para esas fechas y obliga a los turistas a ir a la reunión. Puedes engañarles diciendo que es una tradición milenaria que merece ser vivida en primera persona.
Añade a la orden del día de la reunión un pase del vídeo de tus vacaciones en Lanzarote. La reunión se cancelará inmediatamente.
Propón reuniones temáticas. Por ejemplo, una reunión ibicenca en la que todos deban ir vestidos de blanco. Verás como todos los vecinos enferman el día de la reunión como por arte de magia.
Explica al resto de vecinos que eres un agente doble y que ese mismo día tenías otra reunión en la escalera de al lado. Confiesa que los vecinos quieren instalar unos buzones con wifi y crea el caos entre los tuyos.
Propón a tus vecinos hacer un «lipdub» en la siguiente reunión. Jamás nadie te reprochará que no vayas.
Empapela todo el barrio con una foto tuya y de tu pareja, bajo el texto “Delincuentes más buscados”. Eso sí: no pongas recompensa. Tus vecinos podrían intentar darte caza para instalar unos buzones de gama superior.