Asumiendo que las tres horas de charla sobre el descenso de los «leads» captados y la solución a un problema de identidad corporativa constituían una condena que no podría cumplir, Eduardo Maroño, ejecutivo de la multinacional Jenkins & Co., ha excavado un túnel para escapar de la reunión de marketing de esta mañana.
Utilizando el bastoncillo de plástico del café de la máquina, Eduardo comenzó a erosionar la pared del despacho mientras el «team manager» profundizaba en los aspectos volátiles del nuevo mercado digital. “Pensamos que colgaba los informes de productividad en la pared porque estaba orgulloso del trabajo de este año, pero en realidad estaba tapando su propio agujero”, explican los directores de la filial de la multinacional.
A la hora y media de reunión, según fuentes cercanas a la empresa, los ejecutivos han atado varias corbatas para poder saltar por la ventana y reunirse con Maroño en el exterior del edificio, donde un coche de la empresa les esperaba con el motor en marcha. Los becarios que quedaban dentro también han conseguido escapar gracias a una gráfica descendente.
En estos momentos, según ha podido saber la prensa, el «team manager» sigue en la sala de reuniones hablando de la importancia del trabajo en equipo a una serie de almohadas cubiertas con mantas que han dejado allí los empleados antes de darse a la fuga.
