La directiva del club, el propio entrenador y los preparadores físicos han expresado hoy su «honda preocupación» por el bajo rendimiento de los jugadores del Real Madrid «no sólo en el terreno de juego sino fuera de él». El principal síntoma de la falta de motivación del equipo es que la última multa por exceso de velocidad en la carretera se recibió hace tres meses. «Ya no corren ni en el campo ni en la autopista y eso indica que algo falla», reconoce el técnico del equipo, Zinedine Zidane.
«Los coches que tienen están en perfecto estado, si ellos quisieran podrían alcanzar los 300 kilómetros por hora en autopista, pero hemos llamado a la Dirección General de Tráfico y no les consta que un radar haya ‘cazado’ a ningún jugador de los nuestros, mientras que sí nos dicen que las estrellas de otros equipos mantienen el ritmo de multas mensuales habitual», explica Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
La alarma saltó ayer por la noche, cuando el representante de Cristiano Ronaldo admitió avergonzado que el jugador había recibido un aviso por conducir «demasiado lento» en vía urbana. A este dato hay que sumar la triste cifra de 55 remates en lo que va de Liga, con un porcentaje de acierto de 1’8.
Javier Mallo, uno de los preparadores físicos, se ha comprometido a «evaluar el comportamiento de los jugadores al volante» para confirmar su falta de energía al pisar el acelerador. No descarta que las últimas campañas de concienciación de la DGT hayan afectado de alguna manera a los futbolistas. «Quieras o no, algo se te queda», dice. El club se plantea también renovar el parque automovilístico con coches aún más potentes o doblar las dosis de cocaína los fines de semana.