Horas después de despedir a un empleado por expresar opiniones machistas en un foro interno de la compañía, Sundar Pichai, máximo responsable de Google, ha presentado esta tarde la nueva actualización del sistema operativo de sus trabajadores, que se instalará de forma urgente para evitar más «fallos de sincronización» con el código deontológico de la empresa.
«Hemos actuado de forma rápida para evitar la propagación de estas ideas negativas», detalla el director ejecutivo de Google, confiando en que el nuevo «firmware» de los trabajadores blindará a la empresa contra opiniones corruptas que contradicen la forma de pensar corporativa.
Pichai admite que polémicas como la vivida estos días, y que empezó porque un ingeniero opinó en un foro interno que las mujeres no podían llegar a puestos directivos en tecnología por cuestiones biológicas, no pueden volver a repetirse, pero ha aclarado que «toda tecnología tiene sus vulnerabilidades y lo importante es reaccionar de forma rápida y contundente».
Google insiste en que el trabajador afectado ya ha sido eliminado de la plantilla y el resto de empleados que estuvieron expuestos a sus opiniones volverán a la normalidad con esta nueva actualización de seguridad.