Tras 25 años excavando un túnel con una cucharita de postre y a sólo unos días de poder llevar a cabo su huida, Simón Carballo, preso número 81254-004 de la Modelo de Barcelona, ha informado de que está «sumamente indignado» con el cierre del presidio, que ha tenido lugar esta semana. “Estoy desolado, son muchos años de mi vida tirados a la basura y es una pena que desde Instituciones Penitenciarias no haya más coordinación con los presos ”, ha declarado.
Simón, ajeno al cierre de la emblemática cárcel barcelonesa, calculaba que para finales de esta semana podría completar su túnel y fugarse de una vez por todas, pero este contratiempo le ha dejado muy afectado. “Estaba tan metido en este proyecto que hace dos años cometió un delito leve para que le ampliaran la condena y así poder terminarlo”, asegura su compañero de celda.
A Simón todavía le quedan cinco años de condena, pero ese tiempo es insuficiente para empezar un nuevo túnel en su nuevo destino y denuncia que desde la Administración «cierran cárceles de un día para otro sin tener en cuenta los planes personales de cada interno», lamentando además que no se ve con fuerzas de iniciar un proyecto de tanta envergadura de cero «volviendo a reunir recursos, permiso de obras y demás».
«Con la tierra que saqué del agujero construí un pabellón de la Modelo para que nadie sospechara de toda esa runa y ahora lo van a demoler sin preguntarme», se queja el preso.
Desde Instituciones Penitenciarias han confirmado su intención de permitir al preso terminar el túnel pero conectándolo directamente con la celda de la cárcel en la que cumplirá condena.