La rivalidad entre los coches con licencias VTC y los taxis llega a las salas de cine gracias a la nueva película de la saga Transformers. La cinta, que se estrenará este verano en España, cuenta con un presupuesto de 75 millones de dólares, 65 para pagar a los taxis y 10 para Uber y Cabify. “Habrá coches volcados, quemados y todo tipo de insultos”, adelanta Michael Bay, director y productor de la película.
La trama se centra en el conflicto que vive el gremio de los taxistas con las aplicaciones de transporte privado. “Es una lucha de poder a poder entre el futuro y el pasado”, explica Bay. “Los coches de Uber y Cabify se convierten en robots de 30 metros, pero los taxistas se convierten en Federico Jiménez Losantos”, asegura. La producción no escatima en gastos y se ha alcanzado un acuerdo millonario con la emisora Cope, que se encargará de poner la banda sonora.
El contador ya está en marcha para la llegada de esta nueva entrega de la saga: el de los taxis ya va por las dos cifras. “Esta entrega pondrá patas arriba la taquilla como si fuera un mero coche de Uber”, explica el crítico de cine Carlos Boyero. «Los españoles están tan habituados a ver luchar a taxistas y conductores de Uber que la propuesta se podría definir como costumbrista», afirma. «La gente se estremecerá en su asiento como si estuviera en el coche de un taxista que habla de política», sentencia.
La rivalidad entre los coches con licencias VTC y los taxis no está pasando en absoluto desapercibida para los grandes cineastas estadounidenses. El genial Martin Scorsese ya trabaja en la película “Uber Driver”, en la que se narra la vida de un excombatiente de Vietnam con insomnio que sale por las noches a defenderse de los taxistas que le acusan de competencia desleal.