Un académico de Hollywood que prefiere mantenerse en el anonimato se ha dado cuenta esta semana de que el Oscar a la mejor película en realidad lo había ganado La La Land, pero ha decidido callarse porque “cualquiera dice nada a estas alturas”.
«La cosa es que el calvorota loco subió hecho una furia para corregir algo que estaba bien, se lió. No seré yo quien se lo diga, con el carácter que tiene», reconoce el académico refiriéndose al productor Jordan Horowitz, que leyó la tarjeta que no era después de quitársela a Warren Beatty. Ahora que la polémica está zanjada, el académico no quiere «complicarse la vida».
También defiende que «no puedes darle el premio a alguien, quitárselo, dárselo al otro y luego volver a dárselo al primero para quitárselo al segundo, que ya tenía el trofeo en su casa. Si queremos que nos tomen en serio, es mejor dejar las cosas como están».
Amparado por el anonimato, el experto compara el asunto «con lo de Hillary Clinton y Donald Trump», argumentando que «ganó ella pero ahora ve tú y dile al loco este que se vaya de la Casa Blanca. No merece la pena. La próxima vez se hacen las cosas con más cuidado y ya está».