Tras unos días de gestiones, finalmente San Pedro, por orden de Dios Nuestro Señor, ha dado acceso al Cielo a Rita Barberá y le ha abierto las puertas del Paraíso. Sin embargo, según le informó San Pedro en ese mismo momento, la exalcaldesa de Valencia y senadora por el Partido Popular deberá sentarse a contemplar la Gloria Eterna en el Grupo Mixto, situado muy cerca del Limbo y del que forman parte las almas de políticos de partidos minoritarios. Eso significa, fundamentalmente, que Barberá no podrá estar sentada con otros miembros de su partido como Manuel Fraga o Francisco Franco, según han informado fuentes del Más Allá.
Con esta medida el Altísimo ha querido proteger a Rita Barberá de las críticas que la acusan de pecados de corrupción «que no han podido ser juzgados» y librarla de un tormento infinito en el infierno. La jugada salva pues a la exsenadora, pero ésta no podrá abandonar el grupo mixto en toda la eternidad, permitiendo a Dios distanciarse de los «casos aislados» de corrupción.
A última hora de la mañana, y ante la avalancha de críticas que ha provocado la decisión, el Creador de Todo se ha visto obligado a emitir un comunicado en el que afirma que Rita merece ser salvada porque «es una buena amiga a la que conozco desde hace treinta años» y que tiene la «convicción moral» de que siempre obró bien e hizo mucho por Valencia y los valencianos. Pese a sus palabras, el Todopoderoso no tiene intención de visitar las almas del grupo mixto del Paraíso durante los próximos 50.000 años.