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Hoy desde El Mundo Today os recomendamos una actividad de ocio muy en boga entre la juventud de la capital. Yo no era consciente de ello hasta hace unos meses, cuando me enteré de que medio Madrid había estado en brazos de Laura Martín, mi expareja. Parece, según me han comentado fuentes cercanas a la susodicha, que si no te has acostado con ella es porque sales poco, estás poco informado y te estás perdiendo uno de los destinos más visitados de la ciudad.

Si eres de los primeros yo te animo a quedar con ella aunque sea por completismo, y si prefieres acostarte con chicos te recomiendo que lo intentes también con Laura porque, sinceramente, no es la persona más femenina que he tenido el gusto de conocer (sus ingles rascan como una lija y su bigote de mariachi le da cierto toque exótico).

Estuve frecuentando a Laura durante dos años y medio. Al principio era un encanto y reunía las mejores cualidades del buen madrileño: divertida, hospitalaria, decidida y abierta. Abierta, sí, pero no sabéis hasta qué punto. ¡A todas horas, como el VIPS! Y al final pasó lo que pasa con los locales de moda: acaban siendo tan concurridos que tardan en atenderte y, cuando lo hacen, lo hacen mal.

La noche más golfa de Madrid tiene nombre: Laura, mi ex.

Bajó la persiana para mí hace un tiempo. «O ellos o yo», le dije, y previsiblemente se decantó por la nueva clientela, más joven que yo y entre la que se encuentra, según dicen, mucho turista. En definitiva, hablamos de uno de los nombres más in de la capital, una opción siempre acogedora (los primeros meses) y que no decepcionará a nadie (hasta que hayan pasado unos meses).

Pero desde la sección de Ocio de El Mundo Today no somos rencorosos y por eso le dedicamos a Laura esta reseña, deseándole lo mejor y animando a los lectores a que la descubran, la frecuenten, se enamoren perdidamente de ella y, cuando la cosa esté en su punto álgido, sean arrojados a la cuneta de la vida como un vulgar pañuelo usado.

APTA PARA: masoquistas con corazón.
NO APTO PARA: un servidor.