El último ágape que, según la Biblia, compartió Jesucristo con sus doce apóstoles costó el equivalente a 255 euros con el servicio de pan y el vino aparte, según afirma un experto británico de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Aunque en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas no se dan demasiados datos sobre este asunto en particular, el historiador Jeffrey Brinn ha reunido testimonios de la época que permiten adivinar los precios de la carta del cenáculo de Jerusalén.
Además, un análisis pormenorizado de la pintura de Leonardo Da Vinci revela que la mesa en la que se sentaron era la 13, que acostumbraba a servir un camarero equivalente a lo que hoy sería «el Antonio».
«Varios textos de la época describen el cenáculo como un lugar en el que siempre había camiones aparcados fuera, por lo que se deduce que se comía bien y a buen precio», insiste Brinn. «255 euros entre 13 personas está más que bien. Tuvieron que esperar un rato en la entrada porque en la mesa había otro grupo de personas terminando el postre. Pero valió la pena. Me refiero a la relación calidad precio, no a todo lo que ocurrió luego porque es verdad que al final lo clavaron», matiza el especialista.
Varios legajos examinados por el historiador confirman también que, al día siguiente, Judas dejó críticas muy negativas en el TripAdvisor del momento. «Qué se puede esperar de este tipo de personas. Siempre hay alguien que puntúa mal para que los restaurantes no se pongan de moda», dice Brinn.
Actualmente, como ocurre con casi la totalidad de locales que aparecen citados en la Biblia, el cenáculo de Jerusalén es un Starbucks.
