El Gobierno español ha hecho todo lo posible por que nada turbase la visita del presidente iraní, Hasan Rohani, a España. Han sido algunos de los asistentes al encuentro de Rohani con el presidente en funciones, Mariano Rajoy, quienes se han percatado de que éste había sido escondido tras un cajón de madera blanca para evitar ofender a la delegación iraní.
Las fotografías del encuentro muestran a los dos mandatarios posando. Sin embargo, el presidente español ha sido escondido tras altos paneles blancos.
La decisión de cubrir al jefe en funciones del Ejecutivo fue tomada como una señal de respeto hacia el presidente iraní. En otro gesto conciliador por parte de los funcionarios españoles, no se ha nombrado ningún tema relativo a España o a Mariano Rajoy durante el almuerzo oficial servido en honor a Rohani. El presidente español ha tomado un tentempié sin salir de la caja, según fuentes presidenciales.
Ni fuentes de presidencia ni de la jefatura del Gobierno han querido desvelar de quién ha partido la iniciativa de ocultar a Rajoy pero, según sostienen algunos diarios, fue la propia delegación iraní la que, días antes de la llegada del presidente Rohani, pidió que se cubriese a Rajoy “por respeto a su cultura”.
El presidente español ha insistido en estar presente durante toda la visita de Rohani, por lo que se le ha ido trasladando con un toro mecánico por las diversas estancias del Palacio de la Moncloa.
No es la primera vez que Rajoy ha procurado ser delicado en materia cultural durante una reunión destacada. En noviembre, durante el G20, fue el mismo Rajoy quien decidió esperar en el coche para respetar al resto de mandatarios, aunque en esa ocasión se mantuvo al descubierto, un criterio diplomático normalizado durante la visita de personalidades extranjeras desde la presidencia de Rodríguez Zapatero.
