Considerándose mejor que el resto, un megalómano que no conoce lo que es la modestia, la humildad o el pudor, lleva dos semanas pidiendo el voto para sí mismo, según han informado millones de españoles estupefactos ante tal demostración de arrogancia. El narcisista sin límites considera que votarle a él, y no a otros, es una oportunidad para el país y ni siquiera ha disimulado su soberbia fingiendo generosidad y pidiendo el voto para los demás “y dejando abierta la posibilidad de que algún voto le caiga a él de rebote”.
“Una persona con un mínimo de educación pediría el voto para todo el mundo por igual”, denunciaba esta mañana un testigo. “Pedir el voto para uno mismo, jamás se me pasaría por la cabeza ser tan chulo”, lamentaba otro testigo ante la prensa después de presenciar durante días tal espectáculo de jactancia y altanería.
“Somos la esperanza”, decía hace dos días el megalómano en referencia a sí mismo pero usando el plural para fingir tras meses y meses hablando de sí mismo. Diversos testigos denunciaron que hace unos días, el narcisista rompió a llorar tras pronunciar unas palabras en las que elogiaba su propio programa electoral, redactado en parte por él mismo.