Max Chan Zuckerberg, primera hija del fundador de Facebook, vino al mundo hace una semana y ya ha aceptado los términos y condiciones de privacidad impuestos por su progenitor a cambio de poder disfrutar de los servicios de paternidad de éste de forma gratuita.
La niña ha pulsado con su dedo índice el botón de «He leído y acepto» en su nuevo iPad Mini, financiado por su padre, y con ello dice estar conforme con que sus datos sean compartidos o vendidos a terceros y con que su identidad se use para convertirla en diana de campañas publicitarias basadas en la segmentación de públicos.
Los términos y condiciones de privacidad, expuestos en un documento de más de veinte páginas en formato PDF, contemplan también el derecho de Mark Zuckerberg a entrar en la habitación de la niña siempre que él lo considere, así como su acceso ilimitado «a diarios personales y documentación alojada en nuestras instalaciones».
La criatura deberá crear un evento cada vez que quiera participar en fiestas o encuentros, y será su padre, en calidad de administrador, quien aceptará o modificará las horas y los lugares en los que éstos se celebren. Los amigos de la niña también deberán ajustarse a las normas de la red social de su padre.
El bebé, geolocalizado en todo momento, ha entrado por primera vez en Facebook esta mañana y su primera actividad ha consistido en darle al «Me gusta» a la red social fundada por su padre.
