Mariano Rajoy no tardó ayer en responder a la resolución independentista aprobada en el Parlamento catalán asegurando que “lo que han hecho algunos hoy no tiene ningún valor y ninguna consecuencia” excepto en el caso de que el Parlament tenga pensado «intercambiar a todos los catalanes por los parados españoles”.
“Estamos decididos a utilizar todos los medios que el Estado de derecho ha puesto a disposición de la democracia para defender la propia democracia”, enfatizó. “A no ser, claro, que todos los catalanes vayan a vivir a Cáceres o a Madrid o a Sevilla y el territorio catalán lo ocupen los españoles no cotizantes y se establezcan allí para siempre”.
Rajoy aseguró que cuatro millones de parados españoles “tendrían la suficiente entidad para formar un Estado propio que el Gobierno español estaría dispuesto a reconocer y apoyar en la medida de lo posible”. El jefe del Gobierno, sin embargo, afirmó que el “desafío nacionalista tal y como está planteado” tiene una trayectoria nula y es “absolutamente inconstitucional”.
«El proceso de constitución de una República independiente catalana de gente en el paro sería diferente, pero claro, hay algunos que no quieren ver las cosas”, ha lamentado el mandatario.
“Un proyecto secesionista de los parados españoles, eso sería otra cosa y contaría con todo mi aval y el de nuestros socios europeos y el de la mayoría de la sociedad española”, insistió. Los parados son los únicos, en sus palabras, que tendrían tiempo de ocio suficiente “para dedicarse a esas cosas”.
El Parlament catalán, por su parte, ha emitido un comunicado prometiendo que, en cuanto “consigamos organizarnos y elijamos a un president”, alguien autorizado contestará las palabras de Mariano Rajoy.
